Quizá no esté todo perdido. Quizá sí. Depende quien se impoga en la lucha sin cuartel entre la ignorancia, el dinero facil y el me ha tocado la loteria y el currela hecho a si mismo que a base de trabajo se ha ganado un dinero, a veces mucho, con suerte sí, pero con mucho esfuerzo.
Me han dolido los oidos al esuchar en la tele: «Creo que he nacido para estar en un reality» He tenido que cambiar, rápidamente de canal. Me da vergüenza ajena solo oirlo. Quizá exagere.
Acto seguido me he topado con un señor que parece que tiene su propio club de tenis, en marbella, y parece que se ha ganado un buen parné. «He tenido, y tengo, que trabajar mucho»
Estaba ya en el pc feisbuqueando, y me he metido en mi Turquía particular (caray, diez abajo al descanso, a ver si les damos pal pelo a los yuesei) al oir la primera frase. Merecía un post incendiario, sobre la mierda de educación que llevamos arrastrando en mi España querída, desde hace veinte años. Por suerte salió el majete, el trabajo y sigo trabajando, y se me ha suavizado el humor de repente.
Son muchos los del primer equipo. Cierto que la loteria nos podia tocar a todos en esta vida, al menos una vez. Sería una buena vara de medir personalidades. Pero cierto es que los del segundo equipo están (estamos, me incluyo, no por rico, sino por currela) ahí. Peleando.
La diferencia estriba en algo muy sencillo. Y no hace mucho, en una conversación que tenía en un aperitivo con LuisGa, se me confirmaba. ¿Que harías si te tocara un millón de euros? ¿Pagarías la casa? ¿Te comprarías un coche? ¿Un apartamento? Yo personalmente, buscaría un buen banco, que me diera un interés razonable. Un millón de euros al 4% son 40.000 euros al año. Y a seguir trabajando.