Vivimos – vivíamos, más bien – en el estado del bienestar. Papa Estado, todopoderoso, cuidaba hde nosotros, como El Buen Pastor, de su rebaño de fieles….
Y de repente, sin darnos cuenta, hemos cumplido 18 años… Somos mayores de edad, y por lo tanto, tenemos que sacarnos las castañas del fuego, nosotros solos. Es cuando Papa Estado comienza a ser un estorbo.
Hay que matar a Papa Estado, entromedito e intervencionista. Quitarnos la careta. Enterrarlo junto al estado del bienestar.
Hay que salir a la calle con nuevas armas. Con nuevas convicciones. Revindicar nuestro propio trabajo, nuestros propios logros y nuestra propia libertad y capacidad.
Hemos perdido un siglo de intervencionismo y estados jugando a ser papa. Somos mayores de edad, vivamos por nuestra cuenta.