Los turcos no saben muy bien que es eso de la Pascua. No parece que haya muchos en las procesiones de Semana Santa, viendo lo visto por la televisión, donde el recogimiento y la devoción chocan con la realidad electoral hasta mezclarse en un batiburrillo un tanto hipócrita, sobre todo en Andalucia, dónde parece que pocos creeen en Dios, pero que nadie me toque al Jesús del Gran Poder… ó ¿son sólo los peperos los que van a las procesiones? Me cuesta un poco de entender, tontuelo que soy.
Sin embargo ni la Madrugá mas devota, contrita y cañí es capaz de esconder la realidad de las cosas que tenemos alrededor. El lunes para algunos, el martes para los otros, volveremos a la tozuda realidad. (La realidad es tozuda como el marco incomparable). Esa ralidad en la que estamos inmersos desde hace ya muchos meses, y de la que parece que gozaremos, masoquismo, durante bastantes meses más.
Muchos españolitos, unos convencidos, otros tapándose la nariz, otorgaron el poder absoluto a Mariano Rajoy, seguro que la mayoría de ellos de buena fe, esperando que el gallego arreglara el desaguisado que demasiados años de zapaterismo nos habían colgado encima. Y ete aquí que Mariano Rajoy, se pone manos a la obra, a reformar este nuestro Estado. Que si reforma laboral, que si reforma de la sanidad o de la educación. Los recortes. Las huelgas. Y demás historias.
Tengo la sensación, casi la certeza de que a muchos de esos votantes, convencidos o no, les sorprendió que esta semana, santa y devota, la prima de riesgo, la colocación de deuda y todo que relacionamos incoscientemente con los mercados, malvados y avaros ellos, subiera o bajara, siempre en la peor dirección para los intereses patrios. Subió la prima de riesgo, bajó la colocación. Todo al revés de lo que algunos preveían. Mariano Rajoy era la salvación de España y los mercados no lo entienden.
Sé que puedo pecar que a cojón visto, macho seguro. Y en Semana Santa está muy mal eso de pecar. O no. En su día dije que Mariano se iba a quedar corto, esto era lo que nos esperaba. Así que no me queda otra que ratificarme en mi análisis confirmado por esos hijos de satanás que son los mercados.
Por un lado nos han subido los impuestos y más que parece que los van a subir. Si antes la mitad de nuestra riqueza se la llevaba el Estado de Derecho (o del revés, jódanse, cuidadanos) ahora esto sigue y sigue incrementándose hasta límites insospechados. No sé si la culpa de la factura de la luz de es de las primas o de las hermanas, pero si sé que la mitad son impuestos. ¿Hablamos de los carburantes? Con lo cual, no hay un euro disponible para inversión, creación de riqueza, y todo aquello que realmente haría que salieramos de la crisis. No va a quedar un euro en el bolsillo del ciudadano. Y no va a venir de fuera, si cargamos las tintas contra «los ricos». Que no se enteran. Para socialdemócratas, ya teníamos a ZP y los suyos. Así nos fue.
La Cochinchina
Por el otro, seguimos gangrenados. Infectados. Hiperestatificados. Toma palabro. Nuestro querido Mariano Rajoy quiere aumentar los ingresos, y presenta unos presupuestos con un ridículo recorte en el gasto, pero sin atacar realmente a las raices del problema. Hiperestado. Duplicidades. Triplicidades. Amiguetes. Exceso de funcionariado. Metomentodos. Hiperregulación. Subvenciones. Pesebres. Y todo mal, muy mal enfocado. Y pondré un ejemplo que para mi es sangrante. Y lo pondré contra mis propios argumentos. Me explico. Soy antibelicista. No quiero que mis conciudadanos vayan a la guerra. No quiero que estemos en Afganistan, ni en Irak, ni en la Cochinchina. Pero si hemos mandado a unos chicos y chicas a la guerra, y con toda su buena voluntad, allí están dejándose el pellejo literalemente… ¿por qué los mandamos sin medios? ¿por qué los americanos van con pinganillo y nosotros a gritos? Muy castizo si señor. O los traes a casa. Solución excelente. O ya que no los traes, equípalos carajo. Seguro que quitando diputaciones, asesores y suvbenciones a partidos politicos, sindicatos, patronales y SGAE da para muchos pinganillos. Solución menos mala que lo que hay. A esto me refiero con el mal enfoque.
Total que los avaros y satánicos mercados se dan cuenta que no podemos ingresar más porque no hay euros disponibles, que más presión solo sumergirá la economía y ahuyentará la inversión y que no hemos reducido el gasto de una forma clara y contundente. Total que no tienen claro que tengamos dinero para pagar nuestras deudas, y nos piden más interés. Lógico. Y mira que otros proponemos algo distinto. Pero esto es lo que hay. Y así parece que seguirá, ¿verdad Mariano?
P.D.: He oido ests días en el anuncio de Salvados, de La Sexta a Borrell decir que los políticos tienen complejo de inferioridad para pedir dinero a los ciudadanos… Y pensando que se llevan la mitad de lo que ganamos, sólo se le puede decir… Sr. Borrell su madre una santa… pero usted….
Un comentario sobre “Mariano, te estás quedando corto”
[…] en absoluto demostrar que el primer lema es absolutamente falso y el segundo casi casi un oximoron. Mariano, se está quedando corto. Lo que me ronda por la cabeza es eso de garantizar. Lo vengo leyendo por varios sitios, periodicos […]
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